Comercio callejero Informal: ¿Formalización o exclusión?

Por Valeska Lagos*

Estación Central es una de las comunas que presenta mayor cantidad de denuncias por comercio ambulante sin permiso municipal, más de 2.000 anualmente (CNC 2015). El barrio Meiggs es un punto neurálgico del comercio en la vía pública debido a su heterogeneidad de usos que otorgan dinamismo al espacio público. A esto se suma la gran cantidad de trabajadores inmigrantes, lo que en conjunto genera espacios propicios para la cohesión social y la multiculturalidad. Sin embargo, debido a la proliferación del comercio ambulante, la apropiación del espacio público en este barrio se ha dado de forma descontrolada desbordando calles y veredas, lo que ha generado problemas de movilidad, acumulación de basura, deterioro del espacio público y una serie de conflictos sociales producto de la aglomeración de personas. El comercio informal es una actividad que implica inestabilidad laboral y también una nula protección social debido a su extralegalidad, lo que aumenta la vulnerabilidad de los vendedores, dando cuenta de la desigualdad que existe hoy en Chile y que afecta a una parte de la población que no ha sido absorbida por las ocupaciones generadas por el modelo económico imperante. Asimismo, refleja la pobreza urbana y la paradoja del sistema económico actual, que si bien, ‘’crece’’ en cifras, no genera empleos suficientes para incluir a este porcentaje de la población.

Para ‘’controlar’’ esta situación la municipalidad de Estación Central está aplicando la ordenanza N°39 (año 2015), en la que se sancionan tanto a vendedores como compradores con la finalidad de ‘’formalizar’’ el comercio ambulante. Esta, otorga dos tipos de formalización: la Patente Municipal para comercio Estacionado y el Permiso Municipal, por las cuales se deben cancelar derechos municipales para realizar actividades en un bien de uso público. Para la obtención de estos derechos se exige documentación que no todos los vendedores poseen, (un ejemplo es el caso de los inmigrantes que están de manera irregular en el país), siendo esta actividad una primera opción laboral para muchos de ellos, la cual requiere una larga espera para su obtención. Sumando a esto, la formalización de esta actividad no asegura una estabilidad ni permanencia, ya que, “los permisos de ocupación de Bien Nacional de Uso Público, otorgados para ejercer el comercio estacionario, ambulante o temporal en la vía pública son esencialmente precarios y podrán ser anulados, trasladados, modificados o caducados por el alcalde en cualquier momento’’ (Ord. N°39).

Estas estrategias de ‘’formalización’’ más bien contribuyen a la exclusión, desigualdad y estigmatización de la actividad. Cabe entonces preguntar ¿Qué opciones les queda a los habitantes que por falta de oportunidades laborales se encuentran al margen de los beneficios de la ley?

La erradicación de este tipo de intercambio comercial no solo repercute de manera económica a este sector de la población, sino que también tiene un gran costo a nivel social, ya que no solo es un espacio de intercambio de mercancía, sino que también genera redes y relaciones sociales a través de interacciones que hacen posible la coexistencia en la ciudad de distintas culturas, relaciones que, por consecuencia, producen una construcción social del espacio público.

Si bien es cierto, el desarrollo de esta actividad trae consigo una serie de problemáticas sociales y espaciales, las limitaciones de estas políticas, al parecer, buscan acabar con el comercio ambulante sin entender las razones multidimensionales que hay detrás de la permanencia de esta actividad en la ciudad. Por lo tanto, ¿no será tiempo de comprender los conflictos y oportunidades que trae consigo el comercio callejero para así elaborar soluciones efectivas y acabar con la interminable persecución que no ha hecho más que erradicar esta práctica, detrás de una política de criminalización? Y, además, ¿Será posible integrar este camino alternativo de economía bajo el régimen económico imperante y así, elaborar proyectos y políticas públicas que otorguen un lugar y reconocimiento a este grupo de la población que históricamente ha disputado un espacio en la ciudad?

 

Referencias

CNC. «Estudio comercio Ambulante no autorizado en Santiago y sus implicancias en la seguridad ciudadana .» Camara Nacional de comercio, 2015.

Municipalidad de Estación Central (2015), Ordenanza municipal N°39.Ordenanza de la actividad comercial en la vía pública.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.