#Encasa: Pandemia en las Favelas ¿Qué hacer cuando los poderes públicos son la amenaza?

Por Ximena Cabello*

 

Frente a la pandemia de coronavirus hemos visto como todo el mundo, incluso el primer mundo, ha sido devastadoramente afectado. En América Latina tenemos una sensación de tensa espera e incertidumbre, porque sabemos que aún el proceso está en aumento y porque compartimos una realidad socioeconómica y urbana muy diferente a la del norte global, evidenciando nuestra vulnerabilidad y necesidad de organización como un territorio común.

En Brasil, la informalidad residencial es muy alta, en Rio de Janeiro la población que vive en favelas corresponde a un 20%[1], número que podría ser mucho mayor si consideramos la dificultad de realización de este registro y que se encuentra en constante aumento. En este contexto y en un panorama anterior al coronavirus, la vida en las favelas ya se presentaba como un escenario complejo, porque si bien existe una gran variedad de realidades en su interior, de forma general podemos identificar que no cuentan con servicios básicos mínimos como luz, agua potable, alcantarillado, transporte público y equipamientos comunitarios. Por otra parte, son espacios muy vivos, con una fuerte identidad y cultura, donde se ha autoconstruido vivienda y ciudad, frente a la inexistencia de políticas públicas que den respuesta a las necesidades de gran parte de la población.

Actualmente el virus ha llegado a las favelas y es ahí donde la población corre mayor riesgo, porque existe una gran dificultad para cumplir el distanciamiento físico y mantener estrictas condiciones de higiene, en contextos de alta densidad y precariedad en la vivienda, a lo que se suma la incertidumbre financiera y laboral, discriminación social, de género y racial, en territorios violentos, controlados por milicia o policía militar. Sin embargo, frente a esta realidad que lamentablemente es cotidiana, hoy sumamos políticas públicas como la privatización de la salud, la eliminación del Ministerio de la Ciudad, leyes de precarización laboral, un discurso que niega la gravedad de la pandemia y hace un llamado directo a la población para no parar la economía y salir a la calle.

Las favelas y sus habitantes han sabido lidiar cotidianamente con escenarios muy complejos, pero hoy son los poderes públicos los cuales representan el mayor riesgo, ya que están exponiendo conscientemente a un crimen a la población más vulnerable. Es en este contexto donde vale la pena cuestionarse ¿Qué hacer cuando quienes dirigen las políticas públicas se convierten en una amenaza para la vida de las personas?

Si bien, en las favelas como en tantos barrios populares latinoamericanos, existe una gran cantidad de personas que se ven obligadas a salir a la calle porque deben velar por su sustento diario, el llamado será la desobediencia y la organización comunitaria. Ya que es así como hasta ahora se han creado y sobrevivido las favelas, donde la informalidad más que el problema ha sido la solución.

[1] Fuente: Censo 2000.

*Arquitecta, Universidad de Chile; Magíster en Urbanismo y Especialista en Política y Planificación Urbana, Universidad Federal de Rio de Janeiro

2 thoughts on “#Encasa: Pandemia en las Favelas ¿Qué hacer cuando los poderes públicos son la amenaza?

  • 9 junio 2020 at 1:36
    Permalink

    Interesante columna, sobretodo porque más allá de los terribles efectos que está teniendo el manejo irresponsable y poco acertado de quienes dirigen y regulan, por medio de las políticas públicas, el devenir de nuestras sociedades en el contexto de la pandemia por el Covid-19, nos invita a reflexionar una vez más, sobre el lugar de las prácticas de la “informalidad” como acción de resistencia. Con esto, me refiero a que si los marcos gubernamentales de organización y regulación de la vida social no pueden abordar de manera estructural las complejidades de la vida en nuestras ciudades, haciéndose cargo de las nefastas condiciones de desigualdad, lo que queda es la desobediencia como plantea la autora y con ello, la persistencia de la informalidad como alternativa para la sobrevivencia. Entonces ¿cómo con-vivir con dicha informalidad?, ¿cómo se incorpora ésta en la vida cotidiana de nuestras ciudades, sin que se transforme en un elemento más que ponga en riesgo la vida propia y la del resto, en la situación de emergencia sanitaria actual?, ¿será necesario interrogarnos y avanzar en una reflexión, que nos permita sostener la idea de una especie de ética de la informalidad latinoamericana?. En Bolivia, las principales dificultades para mitigar los efectos de la pandemia tienen que ver con la resistencia de muchas comunidades a seguir las ordenes del confinamiento, esto, debido a que gran parte de la lógica comunitaria se sostiene en la mal llamada informalidad, es decir, en prácticas cotidianas de socialización, que van en contra del afán normativo por controlar y ordenar la vida de las personas. En definitiva, el caso carioca, así como Bolivia y por cierto, lo que vemos en nuestro país, da cuenta de esta casi inagotable tensión entre las posibilidades de sobrevivir bajo los marcos regulatorios que imponen los poderes fácticos y las alternativas que visualizan y desarrollan los más desfavorecidos de nuestras sociedades. Hoy es un imperativo abordar la situación de crisis, pero conviene señalar que esta situación en algún punto cesará y es a partir de esa proyección, desde donde debemos comenzar a pensar en las acciones a desarrollar, para incorporar dicha informalidad como uno de los elementos culturales estructurantes de la vida latinoamericana, pues seguro seguirá presente y con más fuerza, en los “nuevos” escenarios sociales, luego de esta pandemia.

    Reply
  • 10 junio 2020 at 16:43
    Permalink

    Muito importante escrever e divulgar um pouco dessa realidade que estamos vivendo na América Latina, sobretudo aqui no Brasil. Agradeço muito o texto!

    Reply

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.