El cuidado en una ciudad sexista: Evidencias materiales del machismo en los espacios públicos
Por Daniela Cea y Macarena Solar*
Esta fotografía fue tomada en el acceso de un baño público dos meses atrás. En su señalética, se identifica explícitamente quiénes pueden entrar y quienes no a cada espacio. Esta distribución se ha naturalizado como algo supuestamente “lógico y de sentido común”, sin embargo, evidencia el machismo y sexismo en la designación de la responsabilidad del cuidado, y refuerza la feminización de éstos, la división sexual del trabajo y la naturalización de esta labor como una condición intrínseca de las mujeres. Históricamente la responsabilidad sobre el cuidado de los hijxs y de la vida en general, ha sido relegado a las mujeres y esta condición se refuerza y materializa tanto al interior de la vivienda como en la producción del espacio público. La ciudad es una zona inhóspita para el ejercicio del cuidado de los niñxs, ancianxs, o personas con algún tipo de movilidad reducida. Un ejemplo son los nuevos torniquetes de los buses del transantiago que suponen las personas usuarias son personas estándar en todas sus funciones y dimensiones. En este sentido, no parece exagerado re-afirmar lo que a todas luces esta fotografía nos recuerda: la ciudad ha sido pensada, construida y ejercidas por y para hombres, lo que repercute en la designación machista de los usos del espacio y en el desentendimiento de ellos respecto al cuidado de otrxs.
En el marco de las demandas feministas que hoy están siendo solicitadas en Chile bajo el alero de las universitarias, creemos que es el momento de aportar a la reflexión sobre cómo estamos construyendo nuestras ciudades, es decir, como estamos replicando en cada decisión y diseño desigualdades y sexismos. De cara a ello, es urgente comprender que los espacios para el cuidado son imprescindibles para la sostenibilidad de la vida humana. Nuestras ciudades no deben ser restrictivas sino, facilitadoras de cuidados y de espacios para el desarrollo de la vida humana en todas sus dimensiones.
Particularmente, creemos que se deben reconocer los espacios identitarios, como en el caso de los niñxs y su individualidad. En estos espacios es fundamental asumir que el cuidado es responsabilidad de todxs, y no únicamente de las mujeres. La ciudad y la sociedad que la construye, olvidan que el cuidado es una responsabilidad social ya que el desarrollo emocional y físico de los niñxs de hoy en día se verá reflejado en el futuro de la sociedad en su conjunto lo cual nos afecta y compromete a todxs.
¿Qué harás tú al respecto?
*Daniela Cea: Geógrafa. Candidata a Magíster en Hábitat Residencial.
*Macarena Solar: Arquitecta. Candidata a Magíster en Hábitat Residencial.
Estas evidencias del machismo en el espacio son parte, además, de una “violencia simbólica” que exige y manda por medio de la fuerza a cumplir determinados roles en la sociedad….