Breve trilogía de un espacio-tiempo
Por Ricardo Tapia Zarricueta*
Ayer, en el espacio-tiempo, era el árbol,
la fragua fundía el hierro y los sueños continuaban en la ciudad.
En el universo, la luz de las estrellas, llegaba al árbol, la fragua y los sueños.
Después de ayer, crecía el árbol, la fragua continuaba fundiendo el hierro y los sueños continuaban en la ciudad.
Más cerca del último ayer y más lejos del hoy, aún crecía el árbol, de la furiosa fragua nacían rejas y los sueños continuaban en la ciudad.
En un instante único del universo, más cerca del último ayer y más lejos de hoy, la reja hirió el árbol y los sueños trocaron en pesadilla la ciudad.
Epílogo transitorio
Hoy, el árbol sigue, la reja continúa acechando y los sueños citadinos cuajaron en realidad.
Aquel 11 de septiembre de 1973, temprano por la mañana, los sueños sintieron el dolor infinito de la punzante reja en sus almas, lo hicieron los rocket con la piedra y su contenido.
Sus esquirlas se clavaron en la mía.
… En el universo, la luz de las estrellas sigue brillando.
* Arquitecto, Universidad de Chile. Dr. Arquitectura ETSAM Universidad Politécnica de Madrid.