El derecho a la silla en el espacio público
Por Ariel López* y Alba Vásquez**
En 1914, durante el gobierno de Ramón Barros Luco se promulga la “Ley de la silla” que estableció el derecho de los trabajadores a poder disponer de una silla en el trabajo, facilitando así el descanso en los intervalos de tiempo en que no se encuentren en sus labores. Este fue uno de los primeros logros del movimiento de trabajadores del siglo XX y marca la importancia que tiene la silla para los trabajadores en su jornada diaria.
En este sentido, desde el Estado se reconoce la importancia del descanso en el espacio laboral, ¿y qué pasa en el espacio público?
Para los expertos que diseñan las políticas públicas urbanas y de transporte, muchos de estos vinculados estrechamente con el mundo académico, la necesidad que tienen las personas de disponer de un asiento en los paraderos del transporte público, parece no ser relevante. Cada vez es más común ver que los nuevos paraderos del transporte público de Transantiago o Red Movilidad carecen de asientos. Las autoridades, unilateralmente y como una imposición de saber-poder, construyen y promueven paraderos sin asientos, desconociendo la necesidad que los usuarios del transporte público tienen respecto a contar con espacios cómodos y acorde a las necesidades de sus viajes por la ciudad. Esta visión racionalista y desconectada de las necesidades de los usuarios del transporte, se ha extendido a las nuevas estaciones de Metro de Santiago, que no poseen asientos y en su reemplazo han implementado apoyadores isquiáticos que no le sirven a los usuarios para sentarse ni apoyarse.
Dos paraderos contiguos, [arriba] paradero instalado por el DTPM, [abajo] paradero mejorado por vecinos. Fotos: Ariel López
Los vecinos, conscientes de su realidad y necesidades, optan por hacer lo que saben hacer y construyen los asientos del paradero con sus propias manos. Asientos cómodos de madera económica pero trabajada con destreza y calidad, sellada y barnizada para que resista el sol y la lluvia. El ejemplo presentado en la fotografía, corresponde a un paradero de Transantiago ubicado en la comuna de La Florida. Dicho paradero fue remodelado por un vecino de la cuadra, que cansado de no contar con un espacio cómodo, aplicó sus conocimientos en carpintería, y construyó un asiento cómodo para él y su comunidad.
Dos paraderos contiguos, [arriba] paradero instalado por el DTPM, [abajo] paradero mejorado por vecinos con asiento de madera. Fotos: Ariel López
La disociación que existe entre los diseñadores urbanos y la experiencia de los usuarios últimamente se está visibilizando y valorando como problemas urbanos a ser estudiados, pero aún falta tender puentes metodológicos que permitan hablar en un lenguaje común a usuarios, académicos, técnicos y autoridades, poniendo el acento en la experiencia que tienen los habitantes urbanos. Esta disociación en parte se puede comprender por la separación existente entre sociedad civil, sector público y academia. Particularmente la academia, con círculos cerrados de generación y circulación del conocimiento, ha sido ciega al estudio de las problemáticas territoriales desde la perspectiva de los propios habitantes, lo cual sin duda tiene serios impactos en la implementación de políticas públicas que dicen ser basadas en conocimiento generado desde la academia. El no realizar las preguntas adecuadas o desde la óptica de quienes sufren las consecuencias de políticas públicas mal implementadas, genera un espiral sin fin, en donde se invisibiliza lo que ocurre día a día en las calles, la experiencia real de los habitantes, así como también de la deficiente infraestructura de nuestras ciudades. ¿Y qué pasa con los habitantes que son usuarios cautivos de esta infraestructura deficiente?, ¿qué rol juegan en la dinámica urbana? Si son invisibilizados, no les queda otra que tomar la mejora de la infraestructura, en sus propias manos.
*Ingeniero en Transporte, Universidad Tecnológica Metropolitana, Magíster en Urbanismo Universidad de Chile y actualmente estudiante del Doctorado en Territorio, Espacio y Sociedad, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile.
**Socióloga, Universidad Alberto Hurtado, Mphil in Modern Society and Global Transformations, University of Cambridge y actualmente estudiante del Doctorado en Territorio, Espacio y Sociedad, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Chile.