Terremotos y la amenaza al patrimonio urbano de los cités en Santiago
Por Catalina Loren
Columna Curso Vulnerabilidad ante Desastres Socionaturales III
Imagen portada: Fotografía de Elías Soto para Proyecto FONDART “Patrimonio Oculto en los cités de la comuna de Santiago”
El cité es una particular tipología de vivienda colectiva presente en las comunas más céntricas de la ciudad de Santiago, la cual surge a inicios del siglo XX para dar respuesta al déficit de vivienda que se producía en esta época por la fuerte migración desde el campo a la ciudad, donde población campesina se establecía en la capital buscando mejores alternativas laborales. El contexto histórico en el que se encontraba Chile en esos años se inserta en un fuerte proceso de industrialización, lo que provocaba esta gran llegada de población a la ciudad, lo cual hace que el año 1906 el Estado, influenciado por la Iglesia Católica, dicte la “Ley de Habitación Obrera” generando la aparición de un importante parque habitacional de vivienda popular, en el cual se incluyen a los cités .
La estructura arquitectónica del cité se caracteriza por poseer unidades de vivienda continua, de uno o dos niveles, las cuales comparten un espacio peatonal semi-privado, adoptando múltiples formas según el contexto predial en el que se emplazan, pero predominando la figura del pasillo, en el cual se desarrollan lugares de encuentro vecinal.
En la actualidad se contabilizan un total de 587 cités dentro de la comuna de Santiago, en donde reside una población estimada de 56 mil habitantes, caracterizada por pertenecer a grupos de ingresos medios-bajos y bajos, además de crecer día a día el número de población de migrantes latinoamericanos habitando al interior de ellos, en muchas ocasiones en habitaciones sub arrendadas, lo que genera un precario modo de vida. La condición de hacinamiento que se vive al interior de los cités hoy en día se suma a la problemática del fuerte deterioro material de su estructura, lo que se explica por lo antiguo de sus construcciones y las malas condiciones socioeconómicas de sus habitantes, lo que les impide realizar arreglos y mantenciones, encontrándose en una situación de vulnerabilidad. Todos estos elementos se ven agravados por la presión inmobiliaria que se ejerce desde sus alrededores, con la construcción de altas torres de vivienda que encajonan estos colectivos de vivienda y generan alta especulación del valor de suelo urbano, así como también la amenaza de incendios intencionados o accidentales al interior de éstos, ya sea para “renovar” estos predios con nueva construcción o por las deficientes conexiones eléctricas existentes. Sin embargo, una de las amenazas más olvidadas pero latentes en los cités dice relación con los terremotos, siendo los de los años 1985 y 2010 los más recientes y devastadores en el país. Este último aspecto ha deteriorado fuertemente su estructura material, a pesar de que muchos cités poseen un sistema constructivo de adobe y ladrillo que se ha comportado relativamente bien frente a estos embates telúricos considerando su antigüedad, pero que en otros casos han atentado contra su patrimonio arquitectónico, por derrumbes y ya que muchas veces los arreglos posteriores realizados no concuerdan con el estilo original de la construcción.
Fuente: Fotografía de Elías Soto para Proyecto FONDART “Patrimonio Oculto en los cités de la comuna de Santiago”
Los aspectos históricos, arquitectónicos y sociales relacionados al cité lo configuran hoy en día como parte del patrimonio urbano de Santiago, el cual lamentablemente se encuentra amenazado, no solo desde el punto de vista de la presión inmobiliaria o la falta de reconocimiento y protección patrimonial institucional (un 13% del total de cités en la R.M cuenta con protección patrimonial), sino que también por lo poco preparadas y organizadas que están sus comunidades ante el azote de los terremotos, en el contexto de un país caracterizado por su alta actividad sísmica.
Hasta el momento, el tipo de intervención que se ha realizado en los cités se ha enfocado en el ámbito de su estructura física más que social, además de significar intervenciones puntuales asociadas a mejoramiento habitacional y la mayor parte de los casos a hermoseamiento de espacios públicos, pero sin que se haya constituido una política pública que considere las diversas problemáticas y puntos de interés que surgen a partir de las condiciones actuales en los cités, que vinculen una intervención tanto desde lo social como desde lo material. Por otra parte, en cuanto al ámbito de su reglamentación constructiva, muchas de estas edificaciones se encuentran al margen de la legalidad debido a su antigüedad y por no actualizarse en función de las nuevas normativas urbanas , lo que las hace estar menos protegidas ante la institucionalidad.
Una de las experiencias de intervención más destacada dentro del último tiempo, que hace frente a los daños producidos por el terremoto del año 1985, es la realizada por la Corporación para el Desarrollo de Santiago (CORDESAN) el año 2005 bajo el nombre de Programa de Restauración de Cités y Pasajes, donde se caracteriza a la población de habitantes y se comprueba el mal estado de conservación y deterioro en ellos. Por otra parte, se identifica que un 69% de los cités y pasajes de la R.M se encuentran en estado regular en cuanto a su condición física, un 26% en malas condiciones, y un 16% respecto al año 1983 ha desaparecido debido a su deterioro constructivo causado por terremotos ocurridos el año 1985 y 2010, o por incendios, densificación inmobiliaria y vacío legal en el que se encuentran. Sin embargo, el porcentaje de recuperabilidad arroja un favorable panorama, donde un 92% del total de conjuntos poseería un mediano o alto potencial de rehabilitación .
Fuente: Cité Martínez de Rozas, Observatorio CITé (2016)
Frente a esta problemática situación en cuanto al valor patrimonial del cité, sus malas condiciones físicas, un tejido social debilitado y vulnerable económicamente, la casi nula protección institucional y las amenazas ante futuros eventos sísmicos, es que se propone una intervención que empodere y prepare a sus comunidades frente a este tipo de problemáticas, con apoyo de las entidades públicas y privadas pertinentes, desde un punto de vista financiero pero también de reconocimiento y valorización patrimonial.
Por ello es importante, de manera previa y posterior a un terremoto, dar a conocer el valor patrimonial de estos espacios urbanos, entendiendo su importancia no sólo desde lo arquitectónico, lo cual está estimado en un 63% para el total de los cités en Santiago , sino que también desde lo histórico, como espacio de memoria respecto a la historia urbana pasada, a un modo de vida más comunitario que se desarrollaba en su interior, y por ser hoy en día escenario de las transformaciones sociales del país, al acoger a los migrantes latinoamericanos que han llegado a la ciudad en los últimos años. Con este primer ejercicio de revalorización patrimonial, enfocada en mejorar las capacidades sociales de los territorios, se obtiene una comunidad de vecinos resiliente, consiente y capaz de defender a sus cités ante posibles escenarios de terremoto y posterior reconstrucción, velando no solo por la restauración de servicios básicos esenciales, sino que también por su patrimonio, respetando su identidad física, los modos de vida desarrollados al interior de ellos y buscando el mejoramiento de su calidad de vida, frente a una escasa política pública de reconstrucción e inexistente en cuanto a su prevención.
Asimismo, se debe asegurar el acceso por parte de las comunidades residentes de los cités a fondos públicos o subsidios para el mejoramiento de sus viviendas, ya que en la actualidad gran parte de estas personas no los puede obtener debido a la informalidad en la tenencia de los inmuebles y al incumplimiento con la normativa de construcción y urbanismo, debido a su antigüedad. Para esto se vuelve crucial la creación, restablecimiento o fortalecimiento de dirigencias locales en barrios y al interior de los cités, así como también capacitar a sus representantes en la postulación a fondos dedicados a mejoramiento de viviendas, pavimentos y espacios públicos, que considere a los diversos residentes de estos territorios urbanos (adultos mayores, extranjeros y jóvenes, en situación de propietarios o arrendatarios).
Finalmente, frente a una política patrimonial muchas veces insuficiente, al considerar únicamente el aspecto arquitectónico de estos espacios, o que resulta ininteligible para sus habitantes, al percibirla desde la dimensión de sus deberes y restricciones, más que de sus derechos y oportunidades, se plantea generar un programa intersectorial que considere lo patrimonial en relación con la prevención frente a un terremoto, así como también la reconstrucción ante eventuales desastres, de manera sostenible en el tiempo y que no se active únicamente una vez ocurrido el desastre. Este programa debe coordinar a los diversos actores involucrados, tanto del mundo civil, como son las dirigencias vecinales de los cités y juntas de vecinos de los barrios, sino que también a los Municipios correspondientes, Gobierno Regional Metropolitano de Santiago (GORE) y Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU).
Bibliografía:
GORE. (2012). Estudio de Rehabilitación de Cités y Pasajes en la Región Metropolitana. Santiago.
Imas, F., Rojas, M., & Velasco, E. (2015). La Ruta del Cité. El diseño de una forma de vida. Santiago: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Rivera, K., & Jarpa, M. (24 de Noviembre de 2014). El riesgoso refugio de los inmigrantes vulnerables. La Tercera.