Incendio en Fort McMurray, Canadá: Cambio climático y zona de interfaz urbano/forestal
Por Cynthia Pedrero Paredes. Licenciada en Estética, Pontificia Universidad Católica de Chile.
(Columna Curso Vulnerabilidad ante Desastres Socionaturales III)
Fuente: Usuario Flickr Premierofalberta. Link Fotografía
Fort McMurray es una localidad ubicada al noroeste de la provincia de Alberta, Canadá. Posee una población estimada en 80.000 habitantes y cuenta con una superficie de 59,89 km². Se encuentra en medio de las arenas bituminosas o petrolíferas de Athabasca, siendo una localidad de importante desarrollo para la industria petrolera nacional.
El 1 de mayo de 2016 un voraz incendio fue declarado en Fort McMurray, arrasando el sector perteneciente a la municipalidad regional de Wood Buffalo al oeste del país. Aproximadamente 2.000 bomberos fueron desplegados desde 8 de sus 10 provincias. Las autoridades estimaron que la destrucción de la superficie alcanzó las 589.522 hectáreas, con 90.000 personas evacuadas -incluidos los campamentos de arenas bituminosas que usualmente albergan a los trabajadores- y daños estimados en 3.85 billones de euros, convirtiendo a este siniestro en el desastre socionatural más costoso de la historia del país.
De acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las temperaturas del año 2016 en Canadá han sido una de las más altas de la historia. Las zonas del Ártico y de la Antártida han disminuido su extensión de hielo a niveles nunca antes registrados, siendo el cambio climático -producto del calentamiento global-, el gran enemigo actual para el territorio. Como consecuencia de esto, el derretimiento de los glaciares y las altas temperaturas se encuentran ligadas por una parte a peligros latentes como inundaciones y deslizamientos de tierra, y por otra, a sequía e incendios, advirtiendo a especialistas y activistas medioambientales.
Fuente: Usuario Flickr Premierofalberta. Link Fotografía
Especialistas canadienses señalan que el incendio ocurrido en Fort McMurray tuvo su magnitud producto del cambio climático, que según señalan, ha afectado a la región casi 40 veces más rápido de lo pronosticado. En algunas redes sociales, se comenta que las personas evacuadas fueron los primeros refugiados del cambio climático.
La magnitud del incendio progresó rápidamente debido a las condiciones meteorológicas favorecedoras -temperaturas elevadas para la estación del año, fuertes vientos y baja humedad ambiental-, y a las características silvestres del lugar, lo que provocó que el incendio se perpetuara intensamente durante al menos dos semanas.
La interfaz entre zonas silvestres y zonas urbanas generalmente se percibe como un lugar donde el bosque se encuentra ligado con el desarrollo urbano, el cual involucra a un conjunto de condiciones que facilitan la propensión del fuego una vez iniciado en las áreas forestales, como fue el caso de Fort McMurray. Cuando el incendio parecía estar controlado, tres días después se provoca la expansión de las llamas debido a un cambio drástico en los vientos, llegando a una velocidad de más de 40 km/h y consumiendo rápidamente miles de hectáreas. Al convertirse en un fenómeno local y social extremo, con dificultad para su control por parte de sus habitantes y autoridades, y por la magnitud de los daños materiales y del territorio, el foco incendiario de Fort McMurray se convierte finalmente en un desastre socionatural, alertando a toda la población sobre la emergencia y evacuación.
Fuente: Usuario Flickr Premierofalberta. Link Fotografía
Ya que Canadá es un estado federal, la gestión de riesgo en el país ante una emergencia es una responsabilidad que sus estados regionales centran en la colaboración y la permanente comunicación multinivel. Sin embargo, pese a la adecuada gestión de riesgo técnica ante desastres, el incendio de Fort McMurray extralimitó los recursos de la provincia de Alberta, teniendo que intervenir el gobierno federal ante la solicitud de la toma de acciones de forma simultánea dentro de sus áreas de jurisdicción, sin la participación activa de sus comunidades. El control del incendio sólo fue posible gracias a eventuales precipitaciones en el sector y a que los vientos comenzaron a empujar hacia el noreste de la provincia, alejando las llamas de los principales centros poblados de la región.
En algunos de los sectores poblados de Fort McMurray, algunas de las viviendas no fueron destruidas y tuvieron daños menores. Por lo tanto, se especula que los dueños de algunas de las viviendas eran más conscientes de cómo éstas se encienden, y entienden mejor cómo y porqué las medidas simples de protección pueden estar mejor enfocadas en la corrección de debilidades en defensa y prevención en este tipo de desastres.
Es posible concluir que los factores que convergieron para producir un efecto sinérgico en el incendio de Fort McMurray, fueron la interfaz urbano/forestal del sector y los cambios en las condiciones meteorológicas y ambientales producidos por el cambio climático. Expertos han llegado a la conclusión que la secuencia de desastres en las interfaces urbano/forestales se trata de un patrón ampliamente reconocido. Sin embargo, las consecuencias de esto, dependen siempre de la adopción generalizada en políticas públicas y que involucren la estrecha comunicación con comunidades en cuanto a la prevención y a las mitigaciones de riesgo dentro de la zona de ignición. A partir de esto se desprenden las siguientes preguntas: ¿Es suficiente enfrentar un desastre socionatural sólo a partir de la emergencia? ¿Cómo es posible reducir los efectos de los desastres socionaturales a través del enfoque comunitario?