¡CHILE SE ESTÁ QUEMANDO!
Por Claudia Galaz, estudiante de magíster en Hábitat Residencial.
Sin duda, éste es el peor desastre forestal de la historia del país, con difusión incluso a nivel mundial. De acuerdo al resumen nacional de incendios forestales de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) de las 6:00 hrs. del 27 de enero de 2017, correspondiente al periodo desde el 31.12.2016 a la fecha del reporte, se registran 142 siniestros, de los cuales, 51 han sido controlados, 77 se encuentran en combate y 14 han sido extinguidos, con una superficie afectada de casi 290 mil hectáreas (19 veces el área de la Región Metropolitana).
Por otra parte, y en términos más permanentes, de acuerdo al último “Reporte de Riesgo Mundial” (septiembre de 2016)[1], Chile se ubica en el lugar 11° de los países más expuestos (4° de Latinoamérica), y en el lugar 22° del índice general de riesgo, correspondiente a “Muy Alto”, comparable con países de centro américa como Costa Rica, Jamaica, Haití, Guatemala y El Salvador, los cuales son frecuentemente azotados por ciclones, huracanes y tormentas tropicales.
En cuanto a la evolución del tema de los últimos años, luego de ocurrido el terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, que afectó a gran parte del país, y que además develó el “otro desastre”, en que se dio cuenta de la precariedad de sistema nacional para hacer frente a un evento de esas características; y en el contexto del compromiso internacional de implementar el “Marco de Acción Hyogo” (referente internacional para la GRD 2005-2015); durante el año 2010, Chile fue evaluado por una comisión internacional de expertos, quienes concluyeron que: “…frente al riesgo de desastres, (en Chile) no se han dado aún los pasos necesarios para su gestión. El país no cuenta con una institucionalidad apropiada para estos asuntos y no existen marcos regulatorios específicos que apoyen un apropiado funcionamiento”[2], además se entregaron 75 recomendaciones a implementar en el corto plazo.
El 22 de marzo del año 2011, el gobierno ingresó al congreso el proyecto de ley (boletín 7550-06) que “Establece el Sistema Nacional de Emergencia y Protección Civil y crea la Agencia Nacional de Protección Civil”[3]. En diciembre de 2014, se realiza una indicación en que se sustituye la Oficina Nacional de Emergencia por el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, que estará a cargo de la planificación, coordinación, asesoría y fiscalización de todas las instituciones en esta materia; con énfasis en la prevención, coordinación territorial y sectorial, y fortalecimiento de los gobiernos locales.
Sin embargo, y a pesar de que pareciera ser transversal el consenso sobre la necesidad de robustecer la institucionalidad en GRD, dotar de facultades y presupuesto para trabajar integralmente en prevención, mitigación, preparación, respuesta y recuperación, y frente a diferentes amenazas tanto de origen natural, como antrópico; este proyecto, que se encuentra en segundo trámite constitucional (Senado), no se ha retomado desde hace unos seis meses y tiene urgencia “simple”. Al parecer no es tema prioritario, después de todo, sólo han pasado casi seis años.
A pesar de ello, en estos seis años, la Onemi ha tenido avances significativos, dentro de lo que su nivel de “Oficina” (uno de los más bajos de la administración pública), facultades legales y presupuesto le permite. Se han fortalecido las direcciones regionales, se ha duplicado su dotación de personal y presupuesto, se ha robustecido el sistema de alerta temprana y la red sismológica, tiene presencia en las redes sociales, programas de capacitación con la comunidad y simulacros de evacuación, entre otros. Además, se constituyó la Plataforma Nacional para la GRD, de la cual emanaron la Política Nacional de GRD (2014) y Plan Estratégico Nacional para la GRD(2105)[4]. Con todo ello, falta mucho avance en el fortalecimiento comunal para la GRD y principalmente, no cuenta con las facultades suficientes para fiscalizar tanto al sector público como privado, y fomentar la prevención y mitigación del riesgo en todos los niveles de la administración del Estado.
Pero el problema de la GRD en Chile, no sólo es la falta de una gran institucionalidad nacional que coordine todo. Para muchas instituciones públicas de todo nivel, la GRD no es prioridad, probablemente es un tema emergente o ni si quiera sea de interés o preocupación, en el ámbito académico, existe una tremenda atomización y poca disposición a generar sinergia de los recursos y capacidades disponibles, en el sector privado se ha ido incorporando de a poco, especialmente para la protección de sus inversiones, pero ¿De qué forma se hace cargo, por ejemplo, de los daños medioambientales que favorecen la ocurrencia de desastres? ¿Por qué no cuenta con empresas propias o privadas para la prevención y combate de incendios forestales y emergencias químicas?, y ¿qué pasa con la responsabilidad de la sociedad civil?, se sigue acumulando basura en sitios inapropiados, contaminamos, desperdiciamos recursos naturales, persiste la ocupación irregular del territorio, la construcción y ampliaciones informales, el descuido o peor aún, intencionalidad en la generación de incendios, etc.
Evidentemente, a pesar de ser uno de los países que ha debido recuperarse de algunos de los desastres más destructivos del mundo, falta mucho avance en materia de concientización del riesgo y en cultura de prevención. Somos ciudadanos con memoria limitada, hoy hablamos de desastres, porque el infierno que se vive en Chile hace obligatorio el tema, pero ¿Qué pasará en un par de meses? (en tiempos de paz), ¿seremos capaces de hacer algo diferente, de reflexionar, exigir a las autoridades y políticos, aportar, prepararnos?, en el rol que a cada uno le toca desempeñar.
¡Chile se quema!, pero no sólo por las llamas, sino por la desidia de algunos, la ignorancia de otros y la (ir)responsabilidad de todos.
[1] World Risk Report 2016, disponible en: http://collections.unu.edu/eserv/UNU:5763/WorldRiskReport2016_small.pdf
[2] Diagnóstico de la situación del riesgo de desastres en Chile, disponible en: https://www.unisdr.org/we/inform/publications/18281
[3] Boletín 7550-06, con historial disponible en www.diputados.cl y www.senado.cl
[4] http://www.onemi.cl/plataforma-de-reduccion-de-riesgos-de-desastres/
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Que terrible que este sucediendo esto en nuestro pais hermano!! una verdadera pena