Villa San Luis en Santiago de Chile: Un modo de habitar, reflejo de una sociedad que no se quiere ¿O así se quiere?

Foto-ensayo por Ricardo Tapia

La declaratoria de Monumento Nacional aprobada por el Consejo de Monumentos Nacionales el pasado 28 de junio de 2017, es el resultado de un proceso que se inició en el gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva, y su desaparición forzada, primero a punta de fusiles durante la dictadura militar y hoy a punto de litigios en los tribunales de justicia, son todas evidencias y expresión de un país, que no obstante sus avances en múltiples campos, no aspira a una efectiva integración social entre sus ciudadanos o habitantes.

La declaratoria mencionada se acepta gracias a la presión de miles de firmas de personas que conociendo del caso en el proceso ya aludido, exigen y denuncian esta otra forma de atropello a los derechos humanos y por ende al derecho a la ciudad y la vivienda en condiciones más justas para toda la sociedad.

Los argumentos a favor y en contra son y serán de diversa índole: legales, económicos, políticos técnicos y valóricos. Sin embargo lo que es también evidente y se verifica en este acontecimiento es que todavía en Chile es posible hacer desaparecer trozos de ciudad con sus habitantes dentro de ella y con la aprobación consiente e inconsciente de muchos involucrados.

En la coyuntura de un pronto cambio de administración del Estado, lo aquí denunciado puede ser un tema a tener presente en los programas de los candidatos y candidatas que aspiran a hacer de Chile un país mejor.

Ello se podría leer en los modos de hacer las ciudades: Que aquellas sean también la casa en donde todos caben, juntos y no separados según el valor del suelo en donde cada uno de nosotros habitemos.