Foto-ensayo: “Running: la ciudad es de los corredores” por Francisco Osorio
La práctica de correr organizadamente en la ciudad de Santiago convoca tanto a los adultos mayores como a los niños, a los profesionales y entusiastas, sean hombres o mujeres, de todas las condiciones físicas, situación socioeconómica o preferencia política. Por esas pocas horas, la ciudad es de ellos, es su fiesta, un rito de integración social.
Los automovilistas son los molestos, generalmente, dado que las calles ya no son de ellos. Los Carabineros que cuidan las carreras ni siquiera se molestan en calmar a los conductores que tocan la bocina sin parar, simplemente los dejan que se desahoguen.
Las organizaciones que llaman a correr son tan variadas como los runners: universidades, organismos del Estado, empresas privadas, los propios clubs de entusiastas e incluso una causa social. Su estructura es cada vez mejor, dado que aumenta la experiencia.
La ciudad cede sus calles, los edificios emblemáticos son un fondo estático que permite percibir el movimiento de miles de corredores. Las mismas calles son ahora un circuito y tienen nombres nuevos para nosotros: 5K, 10K, hasta 42K. Los colores primarios, de alto contraste, pintan la ciudad, en cualquier época del año.
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