200 Barrios: Programa Integral de Regeneración Urbana Minvu

Viviana Fernández Prajoux (1)

El pasado 5 de Junio la Presidenta Bachelet lanzó el Programa que se enuncia como aquel que cambiará el rostro de 200 barrios en nuestro país, “hoy iniciamos la aplicación de una política inédita en Chile, porque es una política urbana, moderna, con sentido de territorio y, sobre todo, con sentido de lo humano que le podemos dar al territorio”. (2)

El Programa constituye una de las 36 medidas definidas para los primeros 100 días del gobierno de Michelle Bachelet(3) quien en su programa de gobierno destacó: “Nuestro objetivo es construir territorios de oportunidades y ciudades más amables, dignas, bellas, seguras y cultas”.(4)

Este Programa que se desarrollará durante los próximos 4 años, espera beneficiar a unas 100 mil familias, vale decir, a aproximadamente 420.000 personas que hoy día habitan en sectores donde se concentra la pobreza urbana, la inseguridad y la falta de oportunidades. Será aplicado en 59 comunas de las 13 regiones, a lo largo de todo el país. El 67% corresponde a las regiones V, VIII y Metropolitana, porque ellas concentran la mayor cantidad de población urbana y los barrios más deprimidos.(5)

A la fecha, se estima una inversión estatal de alrededor de $ 82 millones de pesos (aproximadamente US $ 150 millones) recursos que están destinados a mejorar la calidad de vida de los habitantes de los barrios seleccionados. A estos recursos se sumarán otros aportes públicos (municipios y otros servicios) y privados. La implementación del programa considera una alta participación ciudadana, condición indispensable para la identificación y compromiso de los vecinos con los cambios a desarrollar en su entorno.

Consecuente con lo propuesto por la presidenta, el desafío gubernamental es entregar igualdad de oportunidades para que todos accedan a viviendas dignas en barrios seguros y ciudades integradas. En este contexto el programa considera no sólo obras físicas, sino también iniciativas que reconstruyan el tejido social, que ofrezcan un nivel de protección a las familias y contribuyan a la reorganización de la comunidad para romper el círculo de la pobreza.

Es así que se pretende llevar a cabo una gran diversidad de acciones, tales como mejoramientos urbanos, mejoramiento de viviendas, intervenciones urbanas mayores, asistencia técnica y habilitación social, rescatando distintos aspectos de los barrios según sus necesidades y realidades. Aún cada uno de los 200 proyectos debe identificar y proponer un sello singular para el barrio, todas las acciones deben proponer un sentido integral y multisectorial, para sumar recursos y potenciar efectos.

La selección de los barrios que integran el Programa obedece a indicadores objetivos. Entre los criterios considerados se puede destacar el hecho que pertenezcan a comunas de más de 70 mil habitantes urbanos o que formen parte de ciudades conurbadas de más de 100 mil habitantes; que posean más de un 10% de población pobre según la encuesta CASEN 2003 y que tengan un alto porcentaje de viviendas sociales.

El 80% de los 87 barrios seleccionados en la Región Metropolitana son conjuntos habitacionales construidos por el MINVU en comunas periféricas, principalmente a través del programa de vivienda Básica SERVIU, tienen en promedio 520 viviendas edificadas en bloques, realizadas entre los años 1970 y 1990 y no han recibido mejoramiento alguno en su espacio público durante este período.

Los principales problemas de estos núcleos habitacionales se pueden clasificar en físicos y sociales. Entre los físicos podemos distinguir: déficit en pavimentación, existencia de viviendas de emergencia que requieren mejoramiento o reemplazo, equipamiento comunitario y mobiliario urbano en mal estado (iluminación, áreas verdes, áreas deportivas), presencia de sitios eriazos que dan origen a micro-basurales y potenciales zonas de riesgo social, problemas de evacuación de aguas y espacio público “tomado” por ampliaciones precarias. Entre los problemas sociales se detecta un alto consumo y tráfico de drogas, existencia de pandillas, vandalismo y ocurrencia de delitos, población juvenil inactiva, hacinamiento, violencia intrafamiliar, deserción escolar, embarazo adolescente, cesantía, etc.

El Programa, será implementado a través de un Programa denominado “VIVO MI BARRIO”, que tiene como objetivo central recuperar la vida de barrio para mejorar la calidad de vida de quienes están en condiciones de pobreza o vulnerabilidad social.

Como señalaba la Presidenta en su discurso inaugural, este programa es una nueva forma de hacer política urbana, se plantea principios de integralidad (regeneración urbana que incluya lo físico y lo social), de intersectorialidad (concertando y gestionando inversiones públicas y privadas), de participación (fundamentalmente de los propios habitantes como actores claves en el mejoramiento de su hábitat) y de innovación y diversidad (proponiendo soluciones específicas, apropiadas y consensuadas por cada barrio).

Sin embargo, creemos que el principal desafío lo constituye el romper con la lógica tradicional del Estado, centrado en un accionar sectorial y con escasa participación de los habitantes. Se espera que el Programa pueda revertir esa lógica y pueda impulsar y desarrollar una fuerza creadora capaz de movilizar recursos humanos de diferentes ámbitos (privados, públicos, académicos y no gubernamentales) en pos de iniciar e instalar un proceso de hacer ciudad más participativo, más equitativo, más descentralizado, más local y más integral.

En este sentido, es fundamental convocar a distintas organizaciones e instituciones a participar en conjunto con los habitantes de los barrios en la elaboración de un autodiagnóstico y en la definición de propuestas y proyectos que se puedan concretar en los próximos 4 años, es importante dar una señal que es posible hacer política de otra forma y que esa política puede también dar frutos que respondan a las reales necesidades y expectativas de sus beneficiarios.

La principal amenaza del programa es el tiempo, como se señalaba, los barrios tienen distintas características, tamaños y deficiencias. Se requiere iniciar a la brevedad la etapa de autodiagnóstico, para definir el llamado “Contrato del Barrio”, que incluirá las acciones y prioridades de los habitantes del barrio y las instituciones participantes que garanticen la superación de las deficiencias detectadas y que logren dejar instaladas en los barrios las capacidades mínimas para que ellos logren sustentarse en el futuro.

Sin duda tanto en el sector público (MINVU, SUBDERE; MIDEPLAN; FOSIS; CHILEBARRIO; Ministerio del Interior, etc.) como en el Sector Privado y No Gubernamental, existen experiencias y programas (Fondo Solidario de Vivienda, Vida en Comunidad, Un Barrio para mi Familia, Chile Solidario, Previene, Programa Puente, Comuna Segura, etc.) que pueden contribuir al éxito del programa, es indispensable convocar a todos aquellos que puedan aportar con conocimientos, experiencias y metodologías para abordar esta iniciativa a una escala mucho mayor, para abrir caminos hacia el desarrollo de una política territorialmente equitativa.

1. Académica INVI.

2. Parte del discurso de la Presidenta en el acto de lanzamiento del Programa

3. La medida 30 identificó 7 puntos emblemáticos: El Volcán, en Puente Alto; Santa Adriana, en Lo Espejo; Villa Portales, en Estación Central; Boca Sur, en San Pedro de la Paz; Pedro de Valdivia Bajo, en Concepción, Placilla y Rodelillo, en Valparaíso.

4. Michele Bachelet, Programa de Gobierno, 18 de Octubre de 2005, Cultivar la Calidad de Vida, página 64

5. En la Región Metropolitana se seleccionaron 87 barrios, distribuidos en 33 comunas.